viernes, 25 de noviembre de 2011

La libertad esencial

Gillespie estaba obsesionado por la comunicación entre los músicos negros. Se pasó la vida repitiendo que en las plantaciones del Sur, cuando descubrían que dos esclavos hablaban en la misma lengua, vendían a uno de ellos. También les tenían prohibidos los tambores, porque eran un medio para comunicarse a la distancia. Cuando les arrebataron su lengua y sus tambores y los mandaron a la iglesia, a los negros sólo les quedó la voz y las palmas para expresar el ritmo que llevaban en la sangre. Por eso la música negra norteamericana había evolucionado monorrítmicamente.

Extraido de "Hablemos en africano" (Juan Forn)      http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-181979-2011-11-25.html


Dizzy Gillespie y Miriam Makeba  en concierto, Deauville (Normandía, Francia - 20 de julio de 1991.



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